En el sentido de la disciplina o sistema de defensa personal, el Aikido es un arte marcial japonés que se fundamenta en el control pacífico de cualquier escena conflictiva. Es conocido por sus enseñanzas en el ámbito de la defensa personal, ya que incluye técnicas como los derribos, esquives, desvíos, golpes en puntos críticos e inmovilizaciones, entre otros.
Las proyecciones del atacante, luxaciones, o retenciones son parte clave de nuestra arte marcial.
Hay que recordar que el aikido evita por completo la idea de la competición. No obstante, tampoco es de exhibición pese a sus movimientos circulares, muy estéticos, pero a la vez totalmente eficientes, pues se trata de un arte marcial duro, dinámico, vigoroso y eficaz.
En un sentido filosófico, Aikido significa "camino de la unión de las energías del universo", tanto físicas como mentales o espirituales, es una filosofía de vida que tiende a armonizar al individuo con el resto del universo en busca de un desarrollo integral.
El Aikido hunde sus raíces en la casta guerrera de los samuráis japoneses y que por consiguiente se rige bajo los códigos del bushido (Código de vida del Samurái).
GI - INTEGRIDAD. Para un auténtico Samurái, no existen las tonalidades de gris en lo que se refiere a honradez y justicia, solo existen lo correcto y lo incorrecto.
REI - RESPETO. Los Samurái no tienen motivos para ser crueles. No necesitan demostrar su fuerza. Un Samurái es cortés incluso con sus enemigos. Un Samurái recibe respeto no sólo por su fiereza en la batalla, sino también por su manera de tratar a los demás. La auténtica fuerza interior del Samurái se vuelve evidente en tiempos de apuros.
YU - VALOR. Un Samurái tiene valor heroico, toma riesgos, vive la vida de forma plena y completa. El coraje heroico no es ciego, es inteligente y fuerte. El Samurái reemplaza el miedo por el respeto y la precaución.
MEIYO - HONOR. El auténtico Samurái sólo tiene un juez de su propio honor, y es él mismo. Las decisiones que tomas y cómo las llevas a cabo son un reflejo de quién eres en realidad. No puedes ocultarte de ti mismo.
JIN - COMPASIóN. El Samurái desarrolla un poder que debe ser usado en bien de todos, tiene compasión. Ayuda a sus compañeros en cualquier oportunidad. Y si la oportunidad no surge, se sale de su camino para encontrarla.
MAKOTO - HONESTIDAD. Cuando un Samurái dice que hará algo, es como si ya estuviera hecho. Nada en esta tierra lo detendrá en la realización de lo que ha dicho que hará. No ha de "dar su palabra" no ha de "prometer", el simple hecho de hablar ha puesto en movimiento el acto de hacer. Hablar y hacer son la misma acción.
CHU - LEALTAD. Haber hecho o dicho "algo", significa que ese "algo" le pertenece. Es responsable de ello y de todas las consecuencias que le sigan. Un Samurái es intensamente leal a aquellos bajo su cuidado. Para aquellos de los que es responsable, permanece fieramente fiel.
Federico Ariel Villalba es el instructor de este Dojo. Comenzó su practica del Aikido a los 14 años de edad en Buenos Aires Aikikai - Argentina, bajo las enseñanzas de grandes maestros como Ricardo Corbal, Juan Tolone y Teresa Gaitan.
Pasados cuatro años, su practica paso a Shimbukan Olivos Dojo, bajo la instrucción de gran maestro Ricardo Lopez (6° Dan - Mentor y amigo). Hoy y después de 23 años de practica, se mantiene como alumno de Shibukan Olivos Dojo, participando en Seminarios.
"Mis padres tenían miedo de que practicara Aikido. No conocían de que se trataba y pensaban que seria algo agresivo. Sin embargo y después de mucho insistir, un amigo de nuestra familia, le comento que había practicado Aikido por muchos años y que se trataba de un excelente ejercicio, sumado al desarrollo de la disciplina. Tal vez me faltaba algo de ello, pues me anotaron al otro día a las clases. Podría decir que fue un tanto gracioso.
Aun recuerdo mi primera clase, y cada una de las técnicas que me enseñaron aquel día. Reía de alegría, porque había encontrado lo que realmente quería. La conexión con el Aikido fue inmediato y me prometí nunca dejarlo. Practicaba con personas de todas las edades, mujer u hombre. Siempre bajo una fuerte estructura de respeto.
Los años de estudio universitario fueron duros, pues después de la universidad y de trabajar, asistía a clases. Era mi relax del día, en el cual disfrutaba de compartir unas horas con amigos y amigas, entrenar duro, y aprender cada vez mas.
Ya en mi vida profesional, decidí mudarme a Chile, pero fue un momento duro, producto de la pandemia. Casualidad o destino, un vecino me pregunto acerca del Aikido y me pidio que pudiera enseñarle. Fue el momento donde descubrí que enseñar, era fantástico. Que podría dar algo a cambio, y definitivamente continuar aprendiendo.
Sumándose otras personas a las clases y bajo la aprobación de mi maestro Ricardo Lopez, decidí fundar Aikido Shinnen Dojo."
El Aikido no cambia a las personas, pero uno puede cambiar por medio del Aikido.
"En tu adiestramiento no te apresures. Ya que dominar los básico y llegar al primer peldaño lleva un mínimo de diez años. Nunca te imagines ser maestro de la perfección que todo lo conoce; debes continuar tu entrenamiento diario junto a tus amigos y discípulos y progresar juntos en el arte de la paz"
Morihei Ueshiba - Maestro creador del Aikido.
"El Aikido no se limita a un espacio. Hay un mundo enorme por ahí, lo que yo llamo Gran Aikido o Gran Dojo. Practica los principios del Aikido dentro del Gran Aikido, ahí afuera. Eso es el verdadero Aikido"
Chiba Sensei - Octubre 1998.
Aikido Shinnen Dojo - Club Santa Elena - Colina - Region Metropolitana - Santiago de Chile.
Clases - Lunes, Miércoles y Viernes de 19:30 a 21:00